Su autor, Imanol Marrodán declara renunciar
oficialmente a su autoria dadas las actuales condiciones en las que se
encuentra.
Me parece bien, pues con ello echas sobre los
hombros de todas y todos los y las demás creadores y creadoras artistas –al
menos las y los locales–, la responsabilidad de lo que está sucediendo desde las
políticas públicas con respecto a las obras que están en los espacio públicos: tu obra y
la de muchas otras y otros. Sin embargo dudo que a medio plazo, la tarea
que nos impones que entiendo es la de “velar
por la integridad moral y física de las obras” obtenga algún tipo de
resultado, pues es conocido por todo el ámbito creativo local, su ausencia y
por lo tanto la incapacidad que tiene para sostener su propia presencia y representación.
Sí Imanol, recuerdo casi con nostalgia – y es que
los años me van haciendo sacar la lágrima con una mayor fluidez – la respuesta
que dimos desde la ahora ya extinta “Asamblea Amarika” aprovechando que a tí te
había dado –eso sí, unilateralmente– por encaramarte a tu escultura; decíamos
en un comunicado ad hoc estar solidariamente contigo; recuerdo también, como aprovechábamos
en el mismo comunicado para recordar a la opinión pública el “continuado incumplimiento” de aquel acuerdo municipal del 23 de
noviembre de 1999, que obliga a destinar una parte del presupuesto de toda obra
pública (el equivalente al 2% de la aportación económica del Ayuntamirnto a la
misma) a la adquisición de arte para el espacio público. “¿Hasta cuándo seguirá el
Ayuntamiento –nos preguntábamos dando
la espalda a su propio acuerdo? ¿Cómo se ha aplicado, o cómo se va a aplicar en
obras públicas como el aparcamiento subterráneo de la plaza Amarica?”, aprovechábamos
además para censurar que en el caso de
las adquisiciones siempre se efectuaban en forma de esculturas, lo que a nuestro
juicio era …”una visión “caduca e injusta” del arte público. A+A reclama la
apertura de los concursos a otras prácticas “sean objetuales o no”: fotografía,
videoarte, arte conceptual, arte del cuerpo, arte del lenguaje, poesía visual,
performance, happening…”. Y finalizábamos diciendo: “No más discriminaciones públicas a estas prácticas artísticas”.
Fíjate, cuanto tiempo parece que ha pasado, casi
un siglo y sin embargo solo han sido tres años. Pero es que el tiempo yermo en
el que ha caído la cultura y nuestra ausencia colectiva de respuesta durante estos
años, es lo que tiene…, que nos envejece.
Más información http://imanolmarrodan.wordpress.com/
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